everybody has a girlfriend or a boyfriend… i’m just here like «I love fashion«
2:00 a.m. y acabo de llegar de una de esas salidas espontáneas donde una simple cena de dos se convierte en una tertulia amical de 5 y más. Mañana es un día más de clases y el sueño o como muchos le dicen por ahí «La llamada de morfeo» no termina de entrar a mi teléfono móvil por falta de señal.
Leyendo con detenimiento y pasión la September Issue de ELLE, de manera inconciente observo como la mayoría de las publicidades de pareja aparecen con más frecuencia que en anteriores ediciones, tanto así que exhiben una publicidad exclusiva para ELLE DATING «Put the fun back in dating»; mi cerebro actúa rápidamente y lo primero que se me viene a la mente es: Será esta una estrategia de marketing para subirle el ánimo a esas personas como yo (que seguimos aún solteros en el mundo) durante esta oscura y fría temporada F/W 2013?… Mi respuesta verbal es NO pero mi respuesta sensorial es un rotundo SI.
Para nadie es una sopresa que durante el otoño y aún más el invierno (así no experimentemos el cambio climático) el estado anímico de la población mundial decae por distintos estímulos presentes en el ambiente, siendo uno de estos la moda y sus manipuladoras publicidades. Personalmente siento que el amor se ha convertido más que en un sentimiento en una herramienta de marketing que la industria no tiene miedo de usar 24/7.
El amor pasó de ser una simple serie de eventos afortunados a ser una simple esquematización de reuniones de negocio. Las razones por las cuales la gente se casa o se quiere casar hoy en día son absurdas y el peso de factores como la estabilidad económica, la compañía, las ganas de crear una familia o el simple hecho de aceptar un compromiso de por vida se ven distorsionados a su máxima expresión.
Ahora bien, miremos la imagen desde un punto de vista holístico, porque existe la presión social de casarnos? Cuál es el apuro? Que yo sepa, tal como lo dijo mi gran amiga Solange Romero, la generación de los millenials tiene una nueva concepción de la vida, la sociedad y su desarrollo. El concepto de «estabilidad» para nosotros es mucho más artístico por así decirlo. Hablando por mi persona, siento que esa obligación de estar casados a los 25 años es algo que ya vemos como una broma con trasfondo sarcástico a la cuál le perdimos respeto años atrás.
Nuestro amor va dirigido al arte, la música, la tecnología, la moda y otras distintas formas de expresión con las cuales encontramos medias naranjas con mayor afinidad a las que encontraban nuestros padres con métodos un poco más ortodoxos o conservadores. De igual manera, no digo que esta nueva forma de amor es idílica o perfecta, al contrario, así como reconceptualizamos el amor, los conceptos de soledad, heartbreak y sus subsecuentes complicaciones tomaron nuevas gamas de colores.
El desamor nos llega a todos durante alguna etapa de nuestras vidas (a unas personas antes que otras y en repetidas ocasiones) pero no por eso dejamos de creer en el amor. Se escuchará un poco obssesive, pero para mí el amor es como la moda, viene en distintas temporadas (altos y bajos), con frecuencia fija (año tras año tenemos oportunidad de amar o recordar a quien amamos) y con nuevos trends (renovar el amor para evitar la rutina).
Así mismo, nuestra generación de verdad aprendió el concepto de amor propio de manera empírica y no por escucharlo de nuestros familiares o amigos como un KCT en stuck on repeat, descubrimos a ciencia cierta que amándonos nosotros mismos nos depara un mundo con más oportunidades de éxito. Somos los únicos capaces de armar y desarmar nuestra vida a nuestro gusto… Somos los dueños de todas las piezas del rompecabezas.
Hace tiempo escuche una frase que citaba «Las relaciones son como el vidrio, a veces es mejor dejarlas rotas que herirte tratando de armarlas de nuevo», JorJo Graterol no comparte esta frase, siento que las piezas rotas de un vidrio no son para armar de nuevo lo quebrado, más bien son la materia prima para crear nuevas versiones de nosotros mismos. Toda destrucción DEBE conllevar a una nueva creación: como sea, donde sea y de lo que sea.
Todo esto es mi opinión personal sobre un aspecto de la vida, y era de esperarse al estar a la vuelta de la esquina mi cumpleaños número 28 y el primer aniversario de este portal que están leyendo el cual ha sido, durante el último año, mi forma de mostrarle amor al mundo… Haute Blogging es mi forma de amar(me).
Para despedirme, les dejo una frase del Dalai Lama que sigo fielmente «No conseguir lo que quieres a veces significa un maravilloso golpe de suerte» y esa mis queridos #Hauters es la idea de este post.
Un abrazo a todos! Se les quiere!
JorJo Graterol <3
P.d.: No dejen de revisar nuestro Volumen Seis de #HauteMusic. Inspirado en el amor y el desamor del que tanto hablamos hoy.

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